50 años sin Hemingway

sábado, 2 de julio de 2011

"El viejo había visto muchos peces grandes. Pero ahora solo y sin tierra a la vista, estaba sujeto al pez más grande que había visto jamás, más grande que cuantos conocía de oídas, y su mano izquierda estaba todavía tan rígida como las garras convulsas de un águila. Acalambrada".

Ernest Miller Hemingway nació en Illinois en 1899 y fue, sin dudas, uno de los narradores más importantes del siglo XX. Conocido mundialmente por sus escritos, Hemingway también se distinguió por su vida agitada, entre constantes aventuras y las depresiones de sus adicciones. Todo lo que le sirvió para volcar a sus historias y cuentos, que no hacían más que reflejar ese mundo.
Hemingway comenzó a trabajar como cronista en el periódico Kansas City Star. Pero como buen amante del riesgo, durante la Primera Guerra Mundial formó parte de la Cruz Roja antes de regresar hacia Estados Unidos, donde comenzaría a escribir. Después emigró hacia Francia, donde fue en París que descubrió los círculos literarios y las vanguardias del momento.
Pero sería su estadía en Cuba, lo que le cambiaría la vida para siempre. Aquellas tierras le permitieron escribir quizás, su obra más famosa y también la más criticada para muchos sectores, El viejo y el mar, en principio para la revista Life. Este libro le valió el premio Pullitzer en 1953 y el Nobel en 1954. Esta historia fue su gran última creación, una increíble metáfora sobre la valentía, el tesón y el combate contra lo invencible protagonizado por Santiago, un viejo pescador cubano.
El 2 de julio de 1961, Hemingway se suicidó con su escopeta marcando el final de su vida, pero dejando su legado realista y sus héroes sobre papel. Tras su muerte, se publicaron varios escritos como "The Wild Years", "El jardín del Edén", entre otras.